Familiares de individuo que habría muerto por negligencia médica en hospital ovallino tramitan exhumación de cuerpo

La familia de Mario González acusa que la inyección de cloruro de potasio que recibió el sábado 26 de octubre fue la causa de su deceso mientras se recuperaba de un accidente cerebrovascular. En tanto desde la fiscalía señalan como “crucial” los resultados de la exhumación para la investigación

 La misma inyección que reciben los condenados a muerte en Estados Unidos, pero sin sedantes ni analgésicos para aminorar el dolor, fue la que recibió por error Mario González Molina (61), provocando de inmediato un infarto que acabó con su vida mientras estaba internado en el Hospital Antonio Tirado de Ovalle.

Así lo denuncian sus familiares, quienes señalan que González había ingresado al centro asistencial el 20 de octubre para ser atendido por un accidente cerebrovascular. A pesar de la gravedad de su enfermedad todo parecía ir bien, y el paciente mostraba una mejoría que mantenía esperanzada a su familia de una pronta recuperación. Sin embargo la aplicación errónea de cloruro de potasio el 26 de octubre cerca de las 20 horas, echó por la borda los avances en su estado de salud.

La esposa de la víctima, Elizabeth Marambio, estuvo presente en el momento exacto cuando su marido recibió la inyección letal. Relata que le preguntó a la enfermera qué era el medicamento que estaba inyectando intravenosamente a su esposo, ante lo cual la enfermera indicó que era orden del médico. “Mi marido empezó a transpirar con la inyección, y cuando le puso la segunda dosis gritó de dolor, se puso tieso y seguía sudando. La paramédico se fue y yo comencé a pedir auxilio y llegó un neurólogo de emergencia cuando mi marido falleció”, señaló Elizabeth Marambio, esposa de la víctima”.

En el comprobante de reclamo que realizó Pablo González, uno de los hijos del fallecido, indicó que luego de consultar por qué habían hecho ese procedimiento, “ellos dijeron que fue por prescripción médica del doctor Luis Arancibia”.

Desde el hospital de Ovalle les indicaron a los familiares que se iniciará un sumario administrativo con el objetivo de aclarar la situación, cuyos resultados se conocerán el próximo 29 de diciembre. Elizabeth Marambio sabe que el mayor castigo que puede recibir la enfermera que inyectó el cloruro de potasio con el sumario es que la expulsen del hospital, por este motivo paralelamente estampó una denuncia en el Ministerio Público con el objetivo de encontrar los responsables. Durante la jornada de hoy Marambio se acercó a la fiscalía para iniciar los trámites de una exhumación que arroje resultados sobre los niveles de cloruro de potasio que González Molina podría tener aún en su cuerpo.

El fiscal jefe de Ovalle, Gianni Stagno señaló que es crucial para la investigación la exhumación del cuerpo, y añadió que “durante la semana pasada la viuda de la víctima firmó su consentimiento para la exhumación, y el día de hoy se están haciendo las presentaciones en el Juzgado de Garantía para que el tribunal respectivo acceda a dicha petición y luego acceder a la exhumación del cuerpo previa coordinación del Servicio Médico Legal, Fiscalía y la policía correspondiente”.

Pablo González apunta a que no se respetaron los protocolos y a la falta de profesionalismo de la persona que inyectó a la víctima. “yo soy paramédico y sé que ninguna enfermera puede inyectar algún medicamento sin la orden del médico. Ahora el director del hospital (Pablo Gacitúa) señala que quizás la persona que suministró el cloruro de potasio a mi padre lo confundió con cloruro de sodio; eso es totalmente falso porque el cloruro de potasio al ser altamente peligroso viene con un etiquetado diferente al de otros compuestos”, señala Pablo González.

El médico Hugo Martínez, director subrogante del Hospital Antonio Tirado, explicó que “el cloruro de potasio son electrolitos plasmáticos que normalmente se colocan a todos los pacientes hospitalizados o que reciben hidratación parenteral, lo que puede mostrar la diferencia en la reacción es la velocidad y la vía de administración”.  Tras ser consultado sobre la cantidad de cloruro de potasio que es recomendada para los pacientes, el profesional señala que “no hay una dosis especial para cada paciente, esta depende del nivel plasmático del paciente. Lo recomendable es que no se inyecte directo a la vena, sino que se inyecte en forma diluida a través de suero”, aclara Martínez quien añade que “es poco probable que un paciente sobreviva a dos ampollas de cloruro de potasio inyectadas en un período corto de tiempo”.

Al mismo tiempo el médico reconoce que “tenemos un problema importante”, y lo atribuyó al factor humano. “La comunidad tiene que estar consciente de que muchas veces el factor humano viene de instituciones que no entregan una formación adecuada y que dada la necesidad de personal que tiene el hospital cuesta en forma importante poder terminar de formarlos y evitar situaciones de este tipo”.

Finalmente el doctor Martínez hizo un llamado a la comunidad “a que estén tranquilos, si bien es cierto hay un proceso en curso, el hospital está abierto a entregar toda la información de la manera más transparente posible, colaborar con la justicia para poder aclarar los hechos. Estas son situaciones que no deben ocurrir ni deben repetirse, y uno debe extremar los cuidados, es una situación compleja tanto para el hospital como para la familia”.

Fuente: Eldiaguita.cl